Una breve historia del puerto fluvial y maritimo de Barranquilla

En Bocas de Ceniza se desarrolla el drama de la confrontación del hombre y la naturaleza posiblemente más notable de Sur América. Encierra una campaña épica, a veces con tintes románticos, que sirve de patriótica columna vertebral a un futurista conglomerado humano. Durante más de un siglo, los líderes de Barranquilla han librado una cautelosa pero imparable lucha por estudiar, entender y dominar la desembocadura del río Magdalena.

El pulso con el río registra progreso constante, y un reto permanente para la gran meta de la dinámica urbe: tener un puerto fluvial y marítimo, del mayor calado posible. Sin embargo, el crecimiento permanente de las dimensiones (incluyendo el calado) de los grandes buques portacontenedores, que mueven el 90% de la carga del mundo, ha dificultado la tarea; la meta se aleja, y ello, en vez de apabullar, en el caso de Barranquilla, sirve de acicate en la lucha por manejar la desembocadura. Su industria ha apoyado la concreción del puerto fluvial y marítimo, importando materias primas y exportando productos terminados por la vía más económica, que es la acuática, en barcos con el calado apropiado, aunque a veces tuviera que manejar desvíos a otros puertos.

Tesis de Rodolfo Segovia Salas de 1962

Rodolfo Segovia Salas era un experto sobre Bocas de Cenizas. En 1962 escribió su tesis de maestría en Francia, aprovechando los conocimientos de la desembocadura obtenidos por los ingenieros franceses del Laboratorio Central de Hidráulica de Francia sobre todas las características geográficas e hidráulicas. Como nunca publicó este trabajo, sus conocimientos al respecto eran atribuidos a su enciclopédica erudición.

La obra de Rodolfo Segovia de 1962 sobre Bocas de Ceniza está estructurada en tres grandes capítulos. El primero abarca las características generales del río como la longitud, sus tributarios, superficie de la cuenca, régimen de inundaciones, acceso al río, primeros estudios, obras de la Winston, el colapso de la barra en agosto 30 de 1935 y reconstitución de la misma; el segundo capítulo enfoca el entorno humano de Barranquilla y Bocas de ceniza, tanto en su pasado como en el futuro y el tercer capítulo, el más extenso, nos habla de la naturaleza de la embocadura con su régimen de mareas, corrientes marinas, oleaje, vientos, caudales, características del lecho, sedimentología, morfología submarina, evolución de los fondos del río y de la barra, cañones submarinos con sus dinámicas y los orígenes de las arenas. Este tercer capítulo también describe de los modelos hidráulicos y las pruebas de la extensión del tajamar oriental con punta curvadas hacia el oeste y las pruebas en el Laboratorio Central de Hidráulica de Francia en Maisons-Alfort, al sur de París, con espolones curvos.

José Vicente Mogollón Vélez

Rodolfo Segovia Salas